La vida es como una telaraña, llena de nudos e hilos que se cruzan y entrecruzan y no sabes donde acaban o donde empiezan.
Puedes, en la infancia, conocer a personas que luego olvidas, pero un día, al salir a la calle, al buscar algo importante, te encuentras con aquel recuerdo y resulta que, tras tantos años separados, será la llave que te ayudará a llegar a tu meta.
O quizás, aquella persona que viste de reojo una mañana, vuelvas a verla y sea una gran ayuda en un momento de necesidad.
Nunca sabrás la importancia que tendrá esa amistad o esa mirada hasta que vuelvas a verla y comprendas lo importante que había sido aquel primer encuentro.
Como una tela de araña, la vida de las personas se entrecruza entre si y las personas que conocimos una vez puede que, en el mañana, sean importantes para nuestro futuro.
domingo, 3 de octubre de 2004
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