Despacio, pasaba las hojas del cuaderno. Una tras otra se revelaban ante sus ojos llenas de letras, de tiempos pasados, de sueños inacabados, de fantasías incompletas… No hacía mucho tiempo de todo eso pero, para él, parecía que toda una existencia había transcurrido. No se reconocía ahora en esos trazos, aunque sabía que eran suyos, que una vez había escrito en ese cuaderno… pero ahora ya no quedaba nada: aquella persona se había ido diluyendo con el tiempo.
Siguió pasando las hojas, sin leer apenas, sólo maravillándose de lo que había sido capaz de hacer una vez. ¿Volvería esa persona? ¿Volvería a ser como antes?
No lo sabía pero esperaba, deseaba, que no se hubiese marchado muy lejos ni tampoco para siempre.
Que el tiempo perdido se pudiera recuperar…