sábado, 9 de octubre de 2004

Hoy como ayer...


Hoy como ayer...

Hoy como ayer, mañana como hoy,
¡y siempre igual!
Un cielo gris, un horizonte eterno
Y andar... andar.

Moviéndose a compás como una estúpida
Máquina el corazón:
La torpe inteligencia del cerebro dormida en un rincón.

El alma, que ambiciona un paraíso,
Buscándole sin fe;
Yo conozco la causa tu dulce secreta languidez.

¿Te ríes...? Algún día
sabrás, niña, por qué:
tú acaso lo sospechas
y yo lo sé.

Yo sé por qué sonríes
Y lloras a la vez:
Como en un libro puedo lo que callas
En tu frente leer.
¿ Te ríes...? Algún día
sabrás, niña, por qué:
tu acaso lo sospechas
y yo lo sé.

Yo sé que sonríes
Y lloras a la vez:
Yo penetro en los senos misteriosos
De tu alma de mujer.
¿ Te ríes...? Algún día
sabrás, niña, por qué:
mientras tú sientes mucho y nada sabes,
yo, que no siento ya, todo lo sé.

(Poema escrito por Neruda)

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