miércoles, 21 de febrero de 2007

Mariposas


Mariposas

- Niña de ojos tristes ¿por qué lloras?
- Porque el mundo es gris
- Déjame tus lágrimas y yo las transformaré en mariposas que volaran por los cuatro vientos lanzando esperanzas, ilusiones y sueños

- Niña de ojos tristes ¿por qué tiemblas?
- Porque el mundo es frío
- Ven, acércate, dame un abrazo y siente el calor humano que toda persona tiene en su interior

- Niña de ojos tristes ¿por qué te apenas?
- No sé que hacer. No encuentro razón alguna para seguir.
- Ven, mira y alégrate: hay un mundo que te espera. Puedes hacer cualquier cosa, ya averiguarás lo que quieres cuando sea el momento. No te preocupes.

- Niña ¿por qué todavía estás triste?
- Porque tú me das todo y yo no te doy nada
- ¿Nada? Me has dado tus lágrimas que he transformado en bellas mariposas. Me has dado tu frío que he transformado en calor. Me has dado tu tristeza que he transformado en alegría. Me has dado todo eso. Niña, mírate, ya una ligera sonrisa aparece en tu ojos
- Lo sé. Las mariposas que nacieron de mi tristeza me besaron hace un momento, alentadas por tus hermosas palabras, borrando mis lágrimas. El calor que me diste ha derretido el hielo que me rodeaba. La pena que sentía se ha transformado en hilos de sueños y esperanzas rodeando mi alma. Y, al final, me he dado cuenta de que todo el mundo da lo que tiene, ya sea bueno o sea malo, sea alegre o sea triste. Gracias, ahora ya sé seguir sola: caminaré tras las mariposas y las ayudaré a borrar la tristeza de otros ojos como tú hiciste conmigo.

lunes, 5 de febrero de 2007

Señora de la Noche



Señora de la Noche

Soy la Señora de la Noche, la Dama Blanca, la que te espera al final del camino. Soy la que temes y la que odias. La que te susurra palabras que sólo tú comprendes cuando piensas que todo acaba, palabras de espera y de deseo. La que te acaricia con sus frías manos y te hechiza con su mirada, dispuesta a esperar lo que haga falta hasta tenerte. De la que huyes, de la que estás enamorado. Quieres que vaya a tu lado y después me apartas al comprender quien soy, que soy, aunque tú ya lo sabías desde el principio: soy la que ha existido siempre y la que estará ahí cuando el mundo finalice. Soy el final, pero también el principio. Existo porque existe la vida, soy su contrario. Sin oscuridad no hay luz. Sin muerte no hay vida. Sin mi no hay nada.
Y me llamas y me suplicas.
Y me temes y me odias.
Y sabes que algún día, finalmente, acabarás en mis brazos, y yo te acogeré y te rodearé protectoramente dándote el beso que siempre anhelaste, el más deseado y temido, el más odiado y ansiado, el beso de la Muerte. Entonces, los dos, estaremos juntos para siempre, vida mía.

viernes, 2 de febrero de 2007

Pregunta sin respuesta



Pregunta sin respuesta

- ¿Alguna vez te has planteado que significado tiene?
- ¿El qué?
- Ya lo sabes
- Ah, eso. Quizás. Puede que sí. Alguna vez. Tal vez muchas ¿Y tú?
- También... Pero es complicado ¿verdad?
- Como todo en la vida.
- Sabes, alguna vez me gustaría no tenerlo…
- Lo comprendo. A mi también me ha pasado haber deseado no poseerlo...
- Pero luego, una y otra vez, necesito, tengo que hacerlo
- Me sucede lo mismo. Ese odio y ese amor que continuamente se confunden
- Esa sensación de orgullo que te invade cuando terminas…
- Ese agobio cuando no sabes como continuar…
- Pero por mucho que quieras apartarlo no puedes…
- Y está tan profundamente clavado en el alma que no se puede arrancar…
- ¿Qué se puede hacer entonces?
- Nada. No podemos hacer nada. Tan sólo aceptarlo tal y como es.
- Dejar que las letras sigan fluyendo…
- Dejar que las historias sigan utilizando tus manos para dibujarse en los folios en blanco…
- Dejar que las ideas lleguen libremente y vuelen a nuestro alrededor sin poder pararlas…
- Caminar entre mundos diferentes…
- Disfrutar de aventuras sin descanso…
- Volar con la mente hasta tierras que sólo nosotros conocemos…
- Y, continuamente, preguntarnos como se puede definir lo que sentimos cuando escribimos…
-... Y si el resto de las personas, algún día, puede llegar a comprendernos totalmente cuando lo intentamos explicar.