martes, 5 de octubre de 2004

Levedad

La vida transcurre como si de un suspiro se tratase, tan leve, tan breve, que sólo nos damos cuenta de lo pasado cuando ya no se puede volver.
Transcurren los días y las horas, transcurren los minutos y los segundos, transcurre el tiempo incesante sin detenerse.
Oh, Cronos quédate un segundo quieto, déjame disfrutar de lo que tengo. No avances por un instante, déjame gozar de este momento.
Pero, ay, no hay solución posible, pues detenerse no puede y de este momento, de este instante, sólo quedará ya el recuerdo.

® alhena


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