Se sentía, por primera vez en su vida, libre, lejos de todas las cadenas que le habían atado hasta entonces a una triste, gris y monótona existencia. Frente a ella un nuevo horizonte, lleno de colores y de historias, lleno de arco iris y lleno de caminos que partían de sus pies descalzos.
Ya no era la misma… y lo sabía. Algo había cambiado en su interior un día (no sabia cuando, ni porqué... no se dio cuenta) pero ahora se encontraba en un otro lugar…
Y le gustó su nueva vida.
® A 21 de noviembre de 2004
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