domingo, 18 de mayo de 2008

Juegos

No luches. No te va a servir de nada. Mira a tu alrededor: no hay salida. Llevas mucho tiempo caminando y todavía piensas que hay esperanzas. Iluso. Todos sois iguales. Fuiste un ingenuo al pensar que no te iban a engañar.
Venga, sigue andando, sigue cansándote. Al final descubrirás que habría sido mucho más fácil quedarse quieto, no cansarse tanto para nada. El resultado va a ser el mismo. Como sucedió con los demás. Que patéticos sois los humanos.
No malgastes tus fuerzas: yo vivo aquí desde siempre, tú acabas de llegar al laberinto.
Te he advertido. Te he dado una hora para rendirte… pero veo que quieres seguir luchando. No sé para qué. Ya he ganado. Ni siquiera me importa por qué vas desenrollando un ovillo. Ahora es mi turno del juego.


.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Una relación de dominio me pareció a ratos. Una superioridad casi obscena pero que encierra un deseo de querer seguir involucrado con el que se habla. Simples inquilinos en el mundo, ¿o no?

Besos de loki vinodelfin.

P.D.:Estás invitada a mi planeta cuando desees.

edu dijo...

El problema es que un laberinto todo el mundo busca la salida por inercia, eso nos enseñaron.
Pero, hay laberintos bonitos en los que quedarnos, y de los que no sean así, no se sale por salida, sino saltando la tapia